Muchas gracias por los ánimos y consejos.
Yo aún no me decido si irme hacia la docencia. Uno de mis objetivos es lograr tener mi propio curro, mi lugar. Aunque lo de la docencia también podría complementarlo.
No son pocas las personas que me motivan o me aconsejan que vaya a dar clases... es más casi diría que son mayoría. Muchos profesores de la facultad me lo han pedido, y algunos amigos y conocidos de la familia también me apuntan a que ser profesor y el área de la investigación puede ser un buen lugar para mi.
Es más, hay quienes me miran con cierta estima y quien sabe... algo de rareza (bueno, convengamos que todos me encuentran raro
)... No pude evitar grabar en mis neuronas las palabras de mi profesor de Modelos y Simulación cuando me vió entrar a la cátedra de Proyecto de Grado hace unos años: "¿Que hace aquí don Cuadrado? Yo ya lo hacía en la NASA". La falta de signos de exclamación y el tono neutro en la segunda oración no es casual. Mi tendencia psicológica perturbada a veces no sabe captar indirectas y/o sarcamos; como así también me falla y veo cosas que no fueron. Debido a esa particularidad mia (no es Asperger... I have tested diría Sheldon Cooper) no pude detectar si fue un elogio o si no le resultaba novedad verme o si fue un modo de sacudirme para que reaccione y de más de mi.
Admito que para mi análítica y teórica cabeza le sienta bien el área de las ciencias, y hasta me he visto como una especie de científico o investigador. Según algunos sitios de esoterismo, arcanos y esas cosas mi yo de alguna vida pasada fue un científico/inventor. Quizá aún tengo un viaje inconcluso de esa vida y estoy llamado a continuarlo. Aunque me tienta mucho el ser mi propio jefe, tener un emprendimiento y desde allí buscar generar I+D.
Hay quienes dicen que la vida no hay que tomarla en serio. Pues para mi lo es, no hay nada más importante o serio que el maravilloso regalo de nuestras vidas, por lo que me cuesta encontrarle lógica alguna a despecharse a hacer alguna locura que pudiera llevarnos a darnos un feo golpe.
Quizá si le faltan emociones a mi vida, algún salto en paracaídas o navegar en kayak por los rápidos de Salta... quien sabe.
La enseñanza y la educación son dos cosas importantísimas en una persona. Más que tener un cuerpo atlético. Me gusta el ejercicio craneano y no en dejar un cuerpo bonito sin sustancia. Y por ello por la seriedad que le imprimo es que al debate de si asumir dicha responsabilidad es un fuerte mío.
Más ahora en un país sumergido en una crisis político-socio-cultural y no sólo politico-económica. Tengo unos pocos 30 años, pero soy un privilegiado testigo de como el sistema educativo tanto a nivel inicial, primario, secundario, terciario como universitario ha sido alterado a gusto y órdenes de las mentes políticas más retorcidas que han nacido en la Argentina. En lugar de avanzar e imitar el ejemplo educativo de Finlandia, conocido por su excelencia, vamos para atrás y en donde la nivelación para abajo es más que una moneda corriente. Mi madre que es docente en la escuela pública, escuela que lleva el nombre de un prócer que ha puesto la educación por sobre cualquier cosa: Domingo Faustino Sarmiento, lucha día a día contra el tirano sistema de la enseñanza dictada por el corrupto Ministerio de Educación. El rostro de mi madre y sus compañeras lo resume: están cansadas, usadas y pisoteadas tanto por las bestias políticas como los padres que ven a las escuelas como una guardería.
No quisiera terminar así... no soportaría sufrir una batalla similar en el área Universitaria. Porque allí también hay política. Se hace, y mucha. Lamentablemente.
Saludos,
