Estaba hasta la madre y me suicidé, y me suicidé porque estaba asqueado del mundo y de la gente nefasta.
El problema es que reencarné en un ajolote y ahora estoy condenado a vivir eternamente en este mundo que detesto, rodeado por la misma gente que me sigue viendo como el mismo bicho raro (y ahora inmortal) que era antes de morir.