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[Rolphy Reyes]

Cuarenta años de convivir con ratones.
 
El nueve de diciembre de 1968, junto con su equipo de 20 ingenieros, el profesor de la Universidad de Stanford Douglas Engelbart presentó en la Fall Joint Computer Conference de San Francisco, ante un auditorio de más de 1.000 personas, un dispositivo denominado: “Indicador de posición X-Y para un sistema con pantalla”. Bajo este nombre tan poco atractivo se escondí­a una caja de madera con dos grandes ruedas mecánicas en su parte inferior y un pulsador rojo. Un utensilio muy rústico que se puede considerar el primer mouse de la historia y que estaba en la antesala del que todos conocemos hoy en dí­a. ¡Feliz 40º cumpleaños, ratón!

La función de dicho indicador de posición X-Y era la misma que tiene en la actualidad: desplazar un cursor para seleccionar objetos o texto en la pantalla. La investigación que permitió crearlo se prolongó durante 6 años hasta desembocar en la mencionada presentación de San Francisco. Ese dispositivo original no tení­a bola, ni mucho menos un sensor óptico. Para detectar el movimiento utilizaba dos discos dispuestos de forma perpendicular, en la parte del aparato que se apoya contra la mesa. El laboratorio de investigación del profesor Engelbart le puso al invento el apodo cariñoso de “ratón” y así­ es como ha llegado hasta nuestros dí­as.

Curiosamente, el ratón de Engelbart no logró alcanzar el éxito y acabó en un cajón del despacho del profesor, quien tan sólo se embolsó el dinero de la patente. En 1981, técnicos de los laboratorios Xerox se basaron en el diseño de Engelbart para crear el primer equipo con ratón incorporado: el Xerox Star 8010. Le siguieron otros equipos como Commodore Amiga, Atari ST o Apple Lisa. Incluso Microsoft desarrolló un ratón para usar con sus primeras versiones del procesador de textos Word. Ninguno de estos modelos llegó a calar entre el gran público por su elevado precio.

La popularización definitiva del ratón se la debemos nada menos que al Presidente de Apple, Steve Jobs, quien en 1980 encargó a un grupo de jóvenes, de nuevo de la Universidad de Stanford, que diseñaran un mouse barato que pudiera ser producido en serie. El primer modelo de Xerox costaba 400 dólares de la época y Jobs querí­a un precio entre los diez y los 35 dólares. El prototipo resultante se conectó al primer equipo Apple Macintosh y fue un rotundo éxito. Para entonces la patente de Englebart y su equipo ya no estaba vigente, por lo que ni él ni sus ingenieros recibieron nunca compensación económica alguna.

Mucho ha llovido desde entonces. Hoy en dí­a ya podemos encontrar ratones con forma de granada, con lector de huellas dactilares, con cuatro ruedas al estilo coche deportivo… De todo. Pero la utilidad de este dispositivo sigue siendo innegable.

Evolución tecnológica.

Desde que se inventó hace cuatro décadas el ratón ha pasado a estar presente en todas las computadoras, y ha vivido varias evoluciones tecnológicas. En primer lugar, se integró en el dispositivo una pequeña esfera, que es la que toca la superficie de la mesa. Dos rodillos dispuestos de forma perpendicular, como en el modelo original, detectan el movimiento de la bola, permitiendo dibujar de forma más precisa las diagonales.

Pero el uso de esa esfera y los rodillos tiene un inconveniente, la suciedad que acumula con el paso del tiempo, que obliga al usuario a sacar la pelotita cada cierto tiempo para realizar una limpieza.

Por este y otros motivos se desarrollaron los ratones ópticos que, además de no sufrir tanto con el polvo, pueden proporcionar más precisión para tareas que lo necesiten. Tienen otros problemas, como los fallos que registran al ser usados sobre superficies de cristal.

Posibles sustitutos.

Pero pese a su evolución, el ratón se encuentra en riesgo ante la pujanza de nuevas tecnologí­as, que, pese a no ser mayoritarias, pueden disputarle el puesto en el futuro. El usuario doméstico cuenta con varias alternativas como la tableta gráfica, el "touchpad" de los portátiles, el "trackball" o el "pointing stick", presente dentro del teclado de algunas notebooks, además de las pantallas táctiles que se extienden poco a poco.

Se pueden utilizar además sistemas todaví­a más avanzados que guí­an el cursor con los ojos y hacen clic con un parpadeo lento, como el desarrollado por Iriscom, que emplea una cámara y dos emisores de infrarrojos para captar la dirección de la mirada.

Otra opción consiste en usar una computadora a través de comandos de voz, tal y como se puede hacer, por ejemplo, en bastantes teléfonos móviles. Así­, Voice Activated Command, un programa de reconocimiento de voz disponible en Windows XP y Vista, permite transformar cualquier combinación de teclas en las palabras elegidas por el usuario, ofrece un periodo de prueba gratuita de 30 dí­as y cuesta 18 dólares.


P.D. Esto me llego por correo.

[mikrosurfer]

  Que tal un mouse y un teclado juntos pero no cualquiera, quiero uno que sea para conectarlo al cerebro directamente para guiarlo con el pensamiento, digamos un casco pero que no se note mucho, ademas inalambrico para que no estorve, y que con el pensamiento pueda guiar el mouse y el teclado ademas de comandos directos asi como que pueda captar la voz y pasarla a testo, mejor dicho chicho con eso estoy hecho quiero dos uno para mi y otro par un amigo que trabaja con migo  :$, como cuanto me vale  me lo empacan y me lo envian a mi casa 

[Rolphy Reyes]

  cerebro directamente para guiarlo con el pensamiento, digamos un casco pero que no se note mucho, ademas inalambrico para que no estorve, y que con el pensamiento pueda guiar

¿Esto cumple tus necesidades?

[Kipow]

jajajajaajajajajajajaja bueno el videin, tienen su sentido del humor estos señores de devexpress.